25 Mar EL SALARIO EMOCIONAL
El salario emocional son factores adicionales a la remuneración económica, que influyen en la satisfacción laboral de un empleado y le ayudan a crecer personal y profesionalmente.
Se trata de incentivos no monetarios que reconocen los logros de los trabajadores. No es algo fijo, varía a lo largo del tiempo en función de la situación del trabajador y va a influir en sus decisiones laborales, en cómo se relacione y en todos sus comportamientos en el trabajo.
El término se comienza a utilizar a principios del SXX cuando se implanta, con gran éxito, la metodología de los incentivos por objetivos. Más allá de los incentivos, se descubrió que lo que realmente hace funcionar una organización es la motivación de los trabajadores y su estado de compromiso y felicidad en su día a día.
A finales del SXX nace la denominada generación millennial que valoran más el salario emocional que generaciones previas y que son más proclives a cambiar de empresa (no suelen permanecer en un puesto más de dos años).
De esta forma el salario emocional se convierte en una manera de retener talento, disminuir la rotación de trabajadores y aumentar la productividad.
Además, el salario emocional actúa como una estrategia de Employer Branding, ya que un trabajador con buen salario emocional suele recomendar su empresa y convertirse en prescriptor de la marca.
Ventajas que aporta el salario emocional.
- Facilita la retención del talento disminuyendo la rotación y con ello la inversión en contratación y formación.
- Reduce el absentismo laboral al aumentar la felicidad y el compromiso de los empleados.
- Genera colaboradores comprometidos, leales y productivos lo que se traduce en mejora de los beneficios.
Factores en los que se basa el salario emocional.
Reconocimiento.
Los trabajadores requieren saber que su función dentro de la organización es imprescindible.
Deben existir incentivos y reconocimiento por el trabajo bien realizado. Estos deben ser conocidos por todos y realizarse de manera inmediata al comportamiento óptimo.
Las aportaciones deben ser valoradas y la política de recompensas debe abarcar al mayor número de trabajadores posible.
Comunicación.
Se requiere habilitar canales de comunicación entre trabajadores y superiores que permitan detectar problemas y evitar que se enquisten. Además resulta prioritario mantener un apoyo y comunicación constante con los empleados. Los supervisores tienen un rol fundamental en esta tarea.
Se busca generar una vinculación emocional del trabajador con la empresa fomentando su sentido de pertenencia, el saber que se pertenece a un grupo que te reconoce y valora.
Objetivos.
El empleado necesita saber exactamente lo que se espera de él, tener objetivos clarificados, y contar con los recursos para poder realizarlos con comodidad.
Deben existir vías de comunicación directas y abiertas entre empleados y trabajadores que permitan conocer las verdaderas necesidades de los trabajadores en el desempeño de su trabajo.
Satisfacción.
Trabajos donde se disfruta de cierta autonomía, en los que se puede poner en valor la experiencia previa, que permiten utilizar las fortalezas y habilidades de manera que suponen un crecimiento personal y profesional, que resultan creativos e inspiradores, a los que se les ve un propósito y suponen proyección profesional, son los que producen satisfacción.
Ejemplos de salario emocional.
- Medidas de conciliación. La flexibilidad horaria, el teletrabajo, bancos de horas de trabajo, beneficios para maternidad/paternidad o guarderías en las empresas.
- Buen ambiente. Tanto en el disfrute, en tener momentos agradables en el trabajo, como en la parte más física, espacios amplios y cálidos, máquinas de vending gratuitas, aparcamiento, gimnasio, clases de meditación/relajación o zonas de descanso y entretenimiento para el personal.
- Beneficios. Relacionados con la salud, como seguros médicos, o con las pensiones y con buenas condiciones de salud en el trabajo (prevención de riesgos).
- Oportunidad de proyección y carrera
¿Cómo conocer el salario emocional?
Para conocer su salario emocional el trabajador puede realizar estos dos ejercicios:
En primer lugar, recapacitar acerca de los factores que a él le resultan más importantes y si coinciden con los de su empresa y,
en segundo lugar, analizar cómo esos factores que a él le resultan importantes los pone en marcha la empresa.
El salario emocional genera colaboradores comprometidos, leales y productivos, incrementa en un 33% la productividad personal, reduce en un 66% los días perdidos por ineficiencia y en un 51% el absentismo laboral.
El compromiso no se compra, se gestiona.