01 Jul VENTAJAS DE LOS ERRORES
¿Resulta posible obtener ventajas de los errores?. Sin duda aprender algo nuevo implica exponernos, probar, explorar y equivocarnos antes de encontrar la solución. Es un proceso en el que la práctica y el error se suceden de forma natural y lógica. Sin embargo vivimos en una sociedad extraordinariamente enfocada a los resultados y que valora el error como un obstáculo que hay que penalizar. Hemos aprendido a temer el error, a vivirlo como un tremendo fracaso, a ocultarlo, a negárnoslo a nosotros mismos o atribuírselo a otros sin ser capaces de apreciar las ventajas de los errores.
“Cada fracaso enseña al hombre
algo que necesitaba aprender”
Charles Dickens.
Ventajas de los errores.
- Tenemos miedo a explorar y probar cosas nuevas, nos decimos “más vale malo conocido que bueno por conocer” acabando con las posibilidades para la innovación y la creatividad. Si asumimos el error como una oportunidad para aprender nos mostraremos menos temerosos, nos atreveremos a salir de nuestra zona de confort y probar cosas nuevas. De esta manera, aunque nos equivoquemos, seremos capaces de sacar toda la información que pueda extraerse de aquello que salió mal.
- Evitamos equivocarnos, y si lo hacemos nos cuesta aceptarlo, lo ocultamos, nos justificamos, buscamos explicaciones para aliviar la culpa que nos produce el habernos equivocado. Sin embargo cuando vemos el error como una oportunidad para el aprendizaje, nos hacemos cargo de él sin sentirnos culpables, analizando las causas con más objetividad y tomando medidas para evitar que vuelva a pasar en el futuro.
- Las emociones asociadas al error son miedo, temor, desconfianza, tensión, irritabilidad, enfado. Esto nos impide disfrutar y hace que el trabajo resulte duro. Cuando lo tomamos como una oportunidad de aprendizaje las emociones serán más próximas al optimismo, ilusión alegría, interés por explorar, valentía, confianza.
- Juzgamos más negativamente los errores de los demás, nos enfadamos y reaccionamos con reproches. Esto lleva al otro a arriesgarse lo menos posible, ocultar los errores o echar balones fuera. La aceptación del error como una oportunidad de aprendizaje, permite analizarlo y aprender de él.
En palabras de Ramón y Cajal “lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial”.