Coaching, ¿qué es?

El coaching es un proceso de autoconocimiento y aprendizaje que lleva al individuo de la situación actual a la situación deseada. Está basado en la comunicación eficaz y la confianza, siendo su fin el empoderamiento del cliente, para que éste tome sus propias decisiones. En este proceso, el individuo es acompañado por un profesional del coaching, el coach.

El término coach significa a la vez entrenador y coche. Etimológicamente la palabra se ubica en la ciudad Húngara de Kocs en el S.XV, donde los viajeros utilizaban el término “carruaje de Kocs” para nombrar un tipo de carruaje que se popularizó por su nuevo sistema de suspensión que hacía mucho más cómodo el viaje entre Viena y Budapest. Dicho término, Kocs, evoluciono al español como “coche”. El término pasó a Inglaterra y aunque originalmente se utilizó para nombrar el carruaje, a partir de 1850 se comienza a utilizar en las universidades inglesas para nombrar la figura del entrenador académico y deportivo.  Es en 1980 cuando se comienza a hablar de coaching como una profesión y éste entra en el mundo de las organizaciones, expandiéndose desde allí a otras áreas como la educativa o la salud.  El coaching de alguna manera también transporta a las personas de un lugar a otro; del lugar en el que están, al lugar en el que desean estar, de la situación actual, a la situación deseada. Se basa en una serie de conversaciones, planificadas y confidenciales entre el coach y el individuo, en las que el coach mediante “la pregunta”  le ayuda a explorar sus propias creencias, valores, fortalezas y limitaciones. Fruto de esta exploración el individuo es capaz de tomar determinadas decisiones y de comprometerse en un proceso de cambio y de aprendizaje.

Sócrates afirmaba que “No existe el enseñar, sino el aprender” y utilizaba la Mayéutica -el arte de la pregunta- para que sus discípulos aprendiesen. De esta manera, en el coaching no se enseña, se reta al individuo mediante la pregunta, para que éste aprenda o desaprenda. El carruaje lo dirige el individuo, el coach simplemente acompaña.

Las preguntas poderosas y la escucha activa constituyen las dos  habilidades principales del coach, con las que se convierte en un verdadero catalizador del autoconocimiento de su cliente, y es ese conocimiento de uno mismo lo que le permite alcanzar resultados extraordinarios. Para qué es la pregunta del coaching es la pregunta de la funcionalidad, del avance, la pregunta que te hace situarte “más adelante” y observar desde allí las nuevas perspectivas, los nuevos caminos que se abren. Para qué es la pregunta que nos lleva al futuro y nos permite diseñarlo. Durante el proceso de coaching el coach le pregunta al individuo para qué lo hace, para qué lo quiere, le invita a soñarlo, a construirlo en su mente, visualizarlo con todos los detalles de los que sea capaz y luego le acompaña mientras el individuo trasforma ese sueño en un objetivo, en una meta y traza el camino que le llevara a ella. Juntos, coach e individuo, recorrerán ese camino que es el proceso de coaching un camino en el que revisaran creencias, emociones, que obligará a abastecerse de nuevos recursos, adquirir nuevos aprendizajes y habilidades a salir de la zona de confort dejando lastres que nos dificultan realizar el viaje.  Durante el proceso de coaching, el individuo, asumirá retos que le harán crecer, desarrollarse, aumentar la confianza en sí mismo y empoderarse.

En palabras de L. Wolf, el coach es un “soplador de brasas”; que acompañará al individuo en el proceso de materializar su sueño, transformarlo en una visión, en un objetivo y  trazar un plan de acción para alcanzarlo. El conocimiento está en el individuo quien está completo, sabe lo que quiere y como llegar a ello. Las brasas existen, solo hay que soplarlas.



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